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La visión es más que la vista. Para tener una buena visión es importantísimo que los órganos receptores de las imágenes estén sanos, si nuestros ojos no ven correctamente, nuestro cerebro tampoco lo hará.

Es necesaria una revisión anual para detectar cualquier anomalía en nuestra salud ocular. En avance visual realizamos:

Retinografía

Esta prueba nos sirve para obtener una imagen del fondo del ojo. Técnicamente, es una prueba sencilla e indolora que no necesita preparación previa ni anestesia. Se trata de hacer una fotografía del interior del ojo. Esta fotografía nos da información del estado circulatorio del paciente y nos permite observar la retina y la cabeza del nervio óptico.

Cuando se observa el interior del ojo se estudian 4 estructuras importantes: el tejido de la retina, la mácula (zona central que se encarga de la visión de alta precisión), la cabeza del nervio óptico y la circulación o los vasos sanguíneos que alimentan la retina.

Es indispensable realizarse un fondo de ojo anual y muy recomendable tener una prueba gráfica para evaluar los posibles cambios en el tiempo, sobre todo en pacientes que presentan las siguientes patologías:

  • Miopía elevada: ya que estos pacientes presentan un mayor riesgo de patologías de retina (enfermedades maculares, desprendimientos de retina, etc.)
  • Diabetes: ya que provoca que se debiliten las paredes vasculares del ojo y esto puede ser un riesgo importante que incluso puede llegar a causar ceguera
  • Glaucoma: el glaucoma que afecta al campo visual.

Topografía

La topografía corneal es una herramienta que nos permite analizar la forma que tiene la córnea. Es una prueba rápida que realiza una exploración precisa y en tres dimensiones de la córnea. Los topógrafos corneales realizan de un análisis completo de la superficie anterior y posterior de la córnea. Nos proporcionará imágenes precisas que nos sirven para efectuar un diagnóstico exhaustivo al paciente y determinar el tratamiento que más le conviene.

Es importantísimo en alteraciones como el queratocono y es una prueba necesaria antes y después de la cirugía refractiva.

Su uso más común es para correcta adaptación de lentes de contacto; realizando una topografía corneal nos aseguramos que la adaptación de lentes de contacto se ajusta por completo a los parámetros corneales del paciente.

Es importante destacar que esta prueba no es invasiva y no provoca ningún tipo de malestar al paciente.

Tonometría

Es un examen para medir la presión dentro de los ojos. Esta prueba es muy importante para la detección y tratamiento del glaucoma.

El método que utilizamos es la tonometría por aire.

El tonómetro de aire es un aparato que mide la presión intraocular mediante un soplo de aire, de esta forma no existe ningún contacto con el ojo del paciente. La ventaja principal de este método es que no existe la posibilidad de que el ojo pueda resultar dañado, ya que no hay ningún tipo de contacto con el aparato.

Paquimetría

La paquimetría es una prueba diagnóstica cuyo objetivo es medir el grosor corneal. La córnea es la capa de tejido transparente que recubre la zona anterior del ojo, y su espesor habitual es de entre 500 y 600 micras en su parte central, y entre 600 y 800 en la zona periférica. El grosor de la córnea es una variable a tener en cuenta durante el diagnóstico de enfermedades como el glaucoma y para la realización de determinados tratamientos.

Es sencilla, indolora y no provoca molestias y sólo requiere dejar de utilizar lentes de contacto unos días antes.

Pupilometría

La pupilometría es una prueba diagnóstica que nos permite medir el tamaño de la pupila en diferentes condiciones de iluminación. Los últimos tiempos se ha insistido en la importancia de su medida, siendo fundamental en la cirugía refractiva y en el implante de algunos tipos de lentes intraoculares y muy recomendable en la adaptación de ciertos tipos de lentes de contacto.